He escondido mi tesoro en tus ojos.
No necesito verte
yo,
es mi avaricia.
Elena Escribano. Reincidencias (2007).
viernes, 29 de abril de 2011
martes, 26 de abril de 2011
Carta del suicida
Juro que esta mujer me ha partido los sesos,
porque ella sale y entra como una bala loca,
y abre mis parietales, y nunca cicatriza,
así sople el verano o el invierno,
así viva feliz sentado sobre el triunfo
y el estómago lleno, como un cóndor saciado,
así padezca el látigo del hambre, así me acueste
o me levante, y me hunda de cabeza en el día
como una piedra bajo la corriente cambiante,
así toque mi cítara para engañarme, así
se abra una puerta y entren diez mujeres desnudas,
marcadas sus espaldas con mi letra, y se arrojen
unas sobre otras hasta consumirse,
juro que ella perdura, porque ella sale y entra
como una bala loca,
me sigue adonde voy y me sirve de hada,
me besa con lujuria
tratando de escaparse de la muerte,
y, cuando caigo al sueño, se hospeda en mi columna
vertebral, y me grita pidiéndome socorro,
me arrebata a los cielos, como un cóndor sin madre
empollado en la muerte.
Gonzalo Rojas. La miseria del hombre (1948).
Ayer falleció el genial poeta chileno a los 93 años.
porque ella sale y entra como una bala loca,
y abre mis parietales, y nunca cicatriza,
así sople el verano o el invierno,
así viva feliz sentado sobre el triunfo
y el estómago lleno, como un cóndor saciado,
así padezca el látigo del hambre, así me acueste
o me levante, y me hunda de cabeza en el día
como una piedra bajo la corriente cambiante,
así toque mi cítara para engañarme, así
se abra una puerta y entren diez mujeres desnudas,
marcadas sus espaldas con mi letra, y se arrojen
unas sobre otras hasta consumirse,
juro que ella perdura, porque ella sale y entra
como una bala loca,
me sigue adonde voy y me sirve de hada,
me besa con lujuria
tratando de escaparse de la muerte,
y, cuando caigo al sueño, se hospeda en mi columna
vertebral, y me grita pidiéndome socorro,
me arrebata a los cielos, como un cóndor sin madre
empollado en la muerte.
Gonzalo Rojas. La miseria del hombre (1948).
Ayer falleció el genial poeta chileno a los 93 años.
lunes, 18 de abril de 2011
El último recurso
En los malos momentos, no os pongáis a llorar,
porque os harán callar
con la limosnita de un poco de pan.
En los malos momentos, decid que no entendéis.
Y tras escuchar,
decid, porque es verdad, que seguís sin entender.
Cuando os digan: "Caridad", vosotros decid: "Justicia",
porque pedís lo vuestro,
no descanso de conciencia para los que dormitan.
Cuando os digan que el problema va a estudiarse,
salid gritando a la calle
las razones que los justos llamarán irracionales.
Gabriel Celaya. [1966]
porque os harán callar
con la limosnita de un poco de pan.
En los malos momentos, decid que no entendéis.
Y tras escuchar,
decid, porque es verdad, que seguís sin entender.
Cuando os digan: "Caridad", vosotros decid: "Justicia",
porque pedís lo vuestro,
no descanso de conciencia para los que dormitan.
Cuando os digan que el problema va a estudiarse,
salid gritando a la calle
las razones que los justos llamarán irracionales.
Gabriel Celaya. [1966]
martes, 5 de abril de 2011
La intrusa
Como una nube sigilosa
que irrumpe en un cielo desierto,
venías a mí,
en aquella casa.
Mostrabas las perfectas
nalgas de tu culo, blanquísimos
pétalos de perfume húmedos,
segando así, con una luz extraña,
el silencio mío,
los libros sobre la mesa.
¿Qué hacías allí, como una flor abierta,
como una serpiente dormida,
como un libro que delira
encima de la mesa jeroglífica
de mi vida?
En el original
Com un núvol sigil.los
que irromp en un cel desert,
venies a mi,
en aquella casa.
Amostraves les perfectes
galtes del teu cul, blaquíssims
pètals de perfum humits,
segant així, amb una llum estranya,
el silenci meu,
el llibres damunt la taula.
¿Què hi feies, com un flor desclosa,
com una serp dormida,
com un llibre que delira
damunt la taula jeroglífica
de la meua vida?
Àngel Montesinos. Las flores patológicas / Les flors patològiques (2007).
que irrumpe en un cielo desierto,
venías a mí,
en aquella casa.
Mostrabas las perfectas
nalgas de tu culo, blanquísimos
pétalos de perfume húmedos,
segando así, con una luz extraña,
el silencio mío,
los libros sobre la mesa.
¿Qué hacías allí, como una flor abierta,
como una serpiente dormida,
como un libro que delira
encima de la mesa jeroglífica
de mi vida?
En el original
Com un núvol sigil.los
que irromp en un cel desert,
venies a mi,
en aquella casa.
Amostraves les perfectes
galtes del teu cul, blaquíssims
pètals de perfum humits,
segant així, amb una llum estranya,
el silenci meu,
el llibres damunt la taula.
¿Què hi feies, com un flor desclosa,
com una serp dormida,
com un llibre que delira
damunt la taula jeroglífica
de la meua vida?
Àngel Montesinos. Las flores patológicas / Les flors patològiques (2007).
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