hay peldaños
envueltos en lágrimas
cantarle al agua
la tristeza de vestir
dos veces la misma ropa
secretos de mimbre
inmóviles
enarbolan un silencio
que va tejiendo
las edades de las sillas
el silencio de los objetos
y de las grietas en las paredes
el silencio como una semilla
en la plaza
silencio de ropa limpia
doblada sobre la mesa,
hay que beber secretos
engullir cada escalón
tragarnos las guitarras y las revistas
para que nunca
oigan los vecinos
el crepitar vergonzoso
de nuestras sartenes
Mar Benegas. Niña pluma Niña nadie (2010).